LOS PIOJOS

No es que no me dén asco los mocos
pero más asco me da tu risa
detesto tu risa
burlándote de las heridas
del mundo
y tengo más asco y pena por
tus neuronas que tienen
menos vida que uno sólo de los piojos
de estos pibes
y me repugna saber que escondes
bajo todo ese perfume importado
el tufo fermentado que sale de todos tus poros,
el más puro legado de tus padres
y al que nunca te animarías a renunciar
en tus venas
de raza y sangre
podrida desde tu origen

Náuseas ante tu cara de barro cutina
para esconder los granos
que delatan tu masturbación
para llegar virgen
a la cama de alguien
que ya ha ensuciado
demasiadas sábanas
con prostitutas
que viven en las villas
donde corren sus hijos
llenos de mocos,
pies sucios
y llenos de piojos.

TIGRE
En el muelle azul sobre el Río Luján
la noche huele a peces.
Mi padre me enseñó que entre los juncos,
aprovechando la oscuridad,
las tarariras acechan,
como tigres,
a sus presas

Pienso en Artl.
Lo imagino observando desde el fondo
este ritual de antropofagia.
La mera supervivencia.

En la costa, más allá del Parque,
en la hondura de las villas,
se escucha un tiro
como un rugido.


MARIPOSAS
Hoy no quiso usar ropa interior,
así es que, así nomás, se puso la pollerita tableada
y salió a la calle
Sentada en la plaza abrió SU libro de poemas
Cuando pasé y la miré
cruzó las piernas tímidamente,
para que no sea tan evidente,
la sonrisa complaciente
de su sexo.